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Saltar a la cuerda

Si estás buscando un ejercicio sencillo que queme calorías rápidamente y que no requiera un equipamiento costoso, saltar la cuerda puede ser la solución. Saltar a la cuerda quema hasta 200 calorías en un cuarto de hora, mejora la coordinación, aumenta la capacidad pulmonar y la resistencia cardiaca. Como ves, provoca un desgaste similar de calorías a correr, y lo mejor de todo, no debes moverte de tu casa.

Los beneficios de saltar a la cuerda
Expande la capacidad de los pulmones y las vías respiratorias.
Mejora el funcionamiento cardiovascular.
Trabaja las pantorrillas y las piernas en general.
Hacer trabajar los brazos y los hombros.
Reafirma los glúteos y los músculos de las caderas.

Contraindicado
Si has tenido algún problema de columna o comienzas a sentir molestias al saltar a la cuerda, interrumpe el ejercicio.
Si tienes problemas de huesos o de respiración.

Equipamiento
La superficie es muy importante. Te desaconsejamos saltar a la cuerda sobre la  alfombra, el hormigón, el asfalto o el césped; lo más conveniente es el suelo de madera o en su defecto una alfombra de impacto. Si no lo haces sobre la superficie adecuada puedes llegar a tener problemas con las articulaciones. Si se hace correctamente es de menor impacto que la actividad de correr.
Zapatillas deportivas acolchonadas y bien atadas. Si tienes tobilleras, úsalas.
Lo más importante, la cuerda. Intenta evitar una cuerda demasiado pesada que pueda estresar tus músculos. Ajusta la cuerda por las asas, pisa la cuerda y acórtala de manera que llegue a tus axilas.

¿Cómo saltar a la cuerda?
Saltar a la cuerda es sólo una cuestión de coordinación, por lo que no es necesaria una habilidad física particular.
1. En primer lugar, si eres principiante, comienza a saltar de pie sin necesidad de utilizar la cuerda, para que te acostumbres a mantener un ritmo constante. Los principiantes suelen saltar más alto de lo necesario, en la práctica, no debes elevarte más de una pulgada sobre suelo.
2. Las primeras veces es natural que te mires a los pies, pero no lo conviertas en una costumbre. Para concentrarte es preferible que te
fijes en un punto delante de ti.
3. Todos los músculos deben estar relajados, la fluidez es necesaria para una adecuada coordinación.
4. Mantén la espalda recta y no te inclines hacia adelante.
5. Los codos deben estar lo más cerca posible del cuerpo y los brazos inmóviles.
6. El movimiento de rotación de la cuerda debe ser creado únicamente con el movimiento de las muñecas.
7. Debes saltar sobre la punta de los pies aprovechando la musculatura de las pantorrillas.
8.Cuanto más bajo saltes, mayor será la frecuencia de tus saltos.

Al principio lo recomendable es practicar unos cuatro intervalos de no más de un minuto y medio por vez. A las seis semanas tu rutina ya debe consistir en unos quince minutos cuatro veces por semana.

Algunas variantes
Cuando hayas adquirido un poco de práctica, puedes tratar de saltar a la cuerda ejecutando una coreografía, quemarás aún más calorías, con la variación del ritmo y te resultará más entretenido.

Un clásico es el ejercicio en el que debes cruzar los antebrazos de un salto y el otro (Sylvester Stallone en Rocky-style), o los saltos dobles.

Prueba también a entrenar saltando solo sobre una pierna, esto te permitirá  desarrollar más la musculatura.

Aunque los resultados no son inmediatos la ventaja de saltar a la cuerda es que puede tomarse como una diversión (al evocar momentos de nuestra infancia), resulta muy cómodo (pues puede llevarse a cabo desde nuestra propia casa),  es económico y sobre todo muy completo; ¿quén más se le puede pedir a un ejercicio?

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