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La siesta en los niños

¿La mejor medicina? la siesta
Saltarse la siesta vuelve a los niños más estresados, infelices, distraídos y aumenta el riesgo de problemassiesta-niños humorales permanentes. Según los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder es importante que nuestros hijos no se salten la siesta.

¿Qué efectos provoca saltarse la siesta de los niños?
Un estudio dirigido a niños de entre 30 y 36 meses de edad ha llegado a la siguiente conclusión: una sola siesta no realizada provoca en nuestros hijos un aumento de la ansiedad, una disminución de la alegría, de la atención y de la capacidad lógica.

Los investigadores norteamericanos sostienen además que un sueño insuficiente altera la expresión facial de los niños, lo que se manifiesta en reacciones mímicas menos positivas a situaciones felices y menos negativas a situaciones frustrantes.

Estudio sobre la siestas en los niños
Los investigadores de la Universidad de Boulder observaron por vez primera la expresión emocional de los niños una hora después de haberse saltado su habitual siesta de la tarde, al día siguiente repitieron la operación pero esta vez dejando dormir tranquilamente a los pequeños. En ambos casos los niños fueron filmados mientras se dedicaban a resolver un rompecabezas, el rompecabezas tenía dos variantes: una, con todas las piezas correctas y otra, con una pieza equivocada. Esto permitió a los investigadores norteamericanos observar las reacciones de los pequeños tanto en posiciones positivas como frustrantes.

El 34 por ciento de los niños que no habían descansado antes de la prueba mostró una disminución de respuesta ante acontecimientos felices respecto a aquellos que sí habían dormido la siesta y el 31 por ciento de los mismos mostró una disminución de la expresión ante el rompecabezas sin solución delante del cual casi un 39 por ciento mostraba una reducción de la confusión.

¿Es positiva la confusión?
La confusión no es mala, la confusión es una emoción compleja que demuestra que el niño ha comprendido que algo no marcha bien y que está cognitivamente inserido en el mundo. El estudio hace hincapié en la importancia del sueño en los niños y en que estas siestas no realizadas puede influir en su capacidad de reaccionar adecuadamente a situaciones en las deba expresar sus propios sentimientos.

Con el paso de los años esta condición, en alguna medida, puede modelar la respuesta cerebral de los niños a las emociones, dando lugar, a largo plazo, a adultos con inestabilidad humoral.

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