Cómo dar volumen al cabello
El cabello fino es quizás una de las guerras femeninas que conocen menos tregua. Quienes lo sufran sabrán a qué nos referimos: cabellos lacios, sin vida, no soportan el peinado y, peor aún, no se ven saludables.
Un pelo bonito nos hace sentir más atractivas; estudios específicos se han hecho al respecto, y, lo queramos o no, si nos sentimos guapas, la gente nos ve guapas.

Existen numerosos trucos para dar volumen a nuestro cabello, pero como el propio nombre indica, son (aunque eficaces) solo trucos. La primera pauta para tratar de solucionar el problema es comprobar la salud de nuestro pelo; si lo notamos débil quebradizo y sin vida, tal vez se trate de un problema que pueda solucionarse con una analítica y un buen complejo vitamínico; si, afortunadamente, estamos más sanas que una manzana, llega el momento de echarse las manos a la cabeza (en el sentido literal de la expresión) y tratar de solucionarlo con ingenio.

A continuación te proponemos algunos trucos con los que conseguirás ese volumen deseado:

Esencial, un buen corte
Lamentándolo mucho, debes huir de melenas rectas y lisas. Un vaciado por las capas inferiores, combinado con un desfilado; una ligera permanente o unos buenos rulos (los de toda la vida) pueden ser tus aliados. Te recomendamos que consultes a tu estilista, el sabrá asesorarte sobre el corte que más te conviene.

El truco está en el secado
Tras lavar tu cabello con un champú específico para el volumen, elimina el exceso de humedad con una toalla, si lo haces con la cabeza hacia abajo mucho mejor (pero cuidado con las cervicales).
Una vez eliminada la humedad, aplica espuma volumizante o loción (si tus cabellos son muy finos). Las ceras, el serum y las mascarillas sin aclarado solo contribuirán a dar más peso y restar volumen.
Desgraciadamente, la cosmética nutritiva «no suele ser muy amiga del cabello fino»; sin embargo, hay productos específicos para él. De nuevo recurre a tu estilista de confianza.

Aplica un poco de laca sobre las raíces (solo raíces), sujetando los mechones con un cepillo. Consejo importante: no intentes ahorrar en este producto, las lacas «demasiado económicas» suelen ser muy dañinas para el cabello.
Una vez que hayas aplicado la laca, masajea suavemente las raíces, tratando de moverlas en todas las direcciones.

Es el momento del secador. Aún con la cabeza hacia abajo seca el cabello con el secador; ayúdate de un difusor, potenciará su volumen.

Una vez que tengas el cabello seco, y tras haberte aplicado el protector térmico, puedes (si te gusta ese acabado) utilizar la plancha.

El proceso tal vez sea algo pesado, pero el resultado merece la pena. Ponlo en práctica y comprobarás cómo merece la pena.